Gabriela Palatchi quien actualmente es la heredera de la empresa de vestidos de novia Pronovias se casó el pasado fin de semana con el turco Ediz Elhadef en Puigcerdà (Girona). Como era de esperar, Gabriela dejó a todos sus invitados boquiabiertos con el vestido de novia que lució en su boda, para el cual se habían invertido más de 400 horas de duro trabajo.
Debido a que Gabriela ha crecido rodeada de vestidos de novia, la expectativa para su vestido de novia era muy elevada, además de ser una gran incógnita. Así que, el día de su boda, la hija de Alberto Palatchi lució un vestido inspirado en el concepto “enchanted forest” o lo que es lo mismo, bosque encantado, el cual estaba confeccionado en tul de seda beige y chiffón. La elaboración del vestido fue totalmente a mano, llevado a cabo con sumo cuidado. El resultado hacía recordar a una estampa japonesa protagonizada por mariposas, abejas, pájaros y libélulas en la rama de un árbol, todo ello realizado en hilo de seda y oro combinado con pedrería de color blanca.
El espectacular físico de Gabriela se veía favorecido por el espectacular vestido, de silueta lápiz y escote buistier, el cual le sentaba fenomenal. Las mangas del vestido eran de inspiración romántica, caídas, las cuales estaban realizadas en tul de seda drapeada. La cola del vestido medía 2,50 metros, además de éste, Gabriela también llevó una capa-velo bordada con los mismos motivos que el vestido de novia que medía 3,30 metros.
El encargado de desarrollar el impactante vestido de novia de la heredera de Pronovias fue Hervé Moureau, quien contó con la ayuda de un equipo de 6 personas. El novio por su parte, llevó para la ocasión un traje de color azul marino con camisa blanca y pajarita.
Para la pareja, ésta ha sido otra celebración en poco tiempo, ya que esta misma semana el novio cumplía años. Ahora a la pareja solo le falta disfrutar de una luna de miel que creemos será muy éxotica.