La cola del vestido, la parte que lo alarga por la parte trasera. Esta sin duda alguna, sería la definición más sencilla y correcta de lo que es. Los vestidos de novia con cola, son todo un clásico en las bodas formales, pero hoy hemos querido daros unas cuantas alternativas a este pensamiento tan clasicista, ya que no hace falta que te cases en una catedral de renombre para llevar un vestido con mucho estilo. Seguro que aparte de las que te mostramos, podrías encontrar muchísimas más en establecimientos dedicados a este tipo de moda.
Si queremos saber en qué momento se incorporó la cola en los vestidos de novia, tenemos que remontarnos al siglo XI, momento en el que se alargó la túnica de las mujeres con el único objetivo de estilizar la silueta femenina. Fue en el siglo XV cuando se llegaron a confeccionar colas de hasta cinco metros, ya que cuanto más larga era la cola, más prestigio tenía la que lucía el vestido.
En este momento de la historia, cada vez se hacían los vestidos con colas más largas, convirtiéndose en algo muy incómodo, ya que además de ensuciarse, las novias necesitaban la ayuda de terceras personas para poder moverse. Teniendo en cuenta que esto se hacía únicamente para mostrar ciertos estatus sociales, la verdad es que creemos que no valía la pena. Es por esto que los sastres de finales del siglo XIX decidieron poner por debajo una enagua para evitar el polvo.
A pesar de esta medida, las mujeres de la alta sociedad no se encontraban del todo satisfechas con esta medida, y al cabo de los años, se fueron dejando de utilizar las colas. Con la llegada de la I Guerra Mundial, los diseñadores optaron por modelos más estrechos, por lo que la silueta recta fue la gran protagonista de la época.
Desde este momento, nos remontamos a la época actual, momento en el que el uso de las colas se limita a: diseños de gala (alfombra roja, por ejemplo), el traje de baile andaluz (conocido como bata de cola) y los vestidos de novia. Las novias que optan por llevar cola son las novias más clásicas, ya que otorga mucha elegancia y se convierte en un atuendo más formal.
Como puedes ver en la galería de imágenes, la cola se adapta a todas las siluetas y a todos los cortes de los vestidos. Las ceremonias religiosas son las más recurrentes a la hora de utilizar este tipo de vestidos, así que si te casas por la iglesia, podrías decantarte por uno de estos vestidos. Pero cuidado, ya que no significa que si te casas al aire libre no puedas utilizar este tipo de vestidos, al contrario, ya que este tipo de vestidos puede otorgarte un aspecto más juvenil y bohemio.