La liga, después de años y años de tradición, se ha convertido en un complemento imprescindible para la novia. Aunque pueda parecer que es algo ya desfasado y fuera de moda, podemos seguir con la tradición luciendo una pieza clásica con un toque moderno y original, totalmente ligado a los diseños y tendencias actuales que actualmente están a pie de cañón en las pasarelas.
Una liga debe ser elegante a la par que cómoda. Tratándose de una prenda que no utilizamos de manera habitual, si no realizamos una elección correcta, nos acordaremos de la liga durante toda nuestra boda, y lo único que querremos hacer será quitárnosla porque nos molesta, ya sea porque se cae, porque aprieta o porque nos produce picor debido a los materiales de fabricación.
Para que esto no pase, lo que tendremos que hacer será asegurarnos de que el material del que está hecha la liga y la talla sean adecuados para nuestra pierna. Debemos tener muy claro lo que nos mide el muslo y la altura a la que la queremos llevar. Una vez tengamos esta medida, podremos dirigirnos a la tienda para que la persona que la vaya a confeccionar para nosotras, pueda aconsejarnos y realizarla correctamente. La ubicación ideal es a medio muslo, ni muy arriba ni muy pegada a la rodilla, ya que son dos posiciones que no favorecen nada. Lo más importante es que nos resulte cómoda, ya que la llevaremos durante muchas horas.
Si no sabes por dónde empezar a mirar, te aconsejamos que eches un ojo a Florrie Mitton, donde tienen ligas muy bonitas y cuidadas, realizadas con materiales de primera calidad, como la seda, el tul, el raso… Es una empresa afincada en Inglaterra, pero realiza envíos a toda Europa. Lo mismo sucede con Mamie & James y All About Chic. Aquí realizan ligas muy originales con las que modernizar la clásica tradición de las ligas.