Siguiendo nuestra línea, os traemos otra de las recientes bodas de más interés mediático del panorama del mundo del corazón. En esta ocasión es el turno de Kiko Rivera e Irene Rosales, quienes contrajeron matrimonio el pasado viernes 7 de octubre en Sanlúcar la Mayor, Sevilla.
La boda contaba con unas fuertes medidas de seguridad contratadas por la pareja con intención de proteger sus intereses económicos, hecho que ha resultado tener más protagonismo que incluso alguno de sus invitados de más interés mediático. Los invitados, al llegar al recinto, se encontraban con un equipo de seguridad privada que les solicitaba el documento de identidad para comprobar que se encontraban en la lista de invitados. Después de esto, se les pedía el teléfono móvil para evitar filtraciones y se les revisaba el maletero para comprobar que no llevaban cámaras, drones o personas ocultas ajenas a la celebración.
Esta boda ha sido de gran interés mediático debido a ser el retorno de Isabel Pantoja a la vida pública después de su paso por prisión, así que, uno de los momentos más esperados de la ceremonia fue el momento en el que apareció como madrina vistiendo un traje espectacular de López Santos en tono coral de crepe satén que iba a conjunto con la corbata de su hijo.
La lista de invitados de interés es muy larga, destacamos la presencia de sus hermanos Francisco y Cayetano Rivera, que después de muchos años de distancia, confirman con su asistencia a la boda un cambio de actitud en la relación que mantienen con sus hermanos. Importante también la presencia de su hermana pequeña Isa, ya que manifiesta la reconciliación de los dos hermanos. Fue muy emotivo el momento en el que la pequeña dedicó unas bonitas palabras a su hermano.
Pero ahora vamos a centrarnos en lo que realmente nos interesa: el look de Irene Rosales. La novia ha escogido un vestido clásico y sofisticado de la firma St. Patrick realizado en mikado pulcro de talle en la cintura, escote redondo y tul y pedrería en la espalda. El velo que llevaba era de tul de seda y media más de tres metros. El ramo que escogió era muy original, ya que se trataba de un ramo de flores tratadas y broches de perlas de Swarovski.
La novia cumplió todas las tradiciones nupciales y llevó consigo un pañuelo de su abuela: algo viejo, unos pendientes regalados por su madre: algo nuevo, y un trocito del manto de la Virgen del Rocío en azul: algo azul.
Las joyas que escogió para la ocasión eran muy sencillas, por ejemplo, los pendientes eran unos pequeños pendientes de doble brillante. Para el cabello, escogió un maño bajo con el que aguantaba el velo. Lo más impresionante fueron los zapatos que lució, ya que estaban totalmente personalizados por ella misma.
En el caso de Kiko Rivera, eligió un traje azul marino con camisa blanca y corbata en color coral, como ya hemos dicho, a conjunto del vestido de su madre.