Con el paso del tiempo, la formulación de los esmaltes de uñas han ido evolucionando en muchos aspectos, como por ejemplo el rápido secado, el color y brillo duran más, es difícil que se desconchen, etc etc. Para nuestra boda, lo que más tenemos que tener en cuenta es que sea duradero y esté a prueba de bombas, por lo que te recomendamos la manicura permanente.
Este tipo de esmaltes garantizan una manicura impecable durante un largo período de tiempo, que puede oscilar entre las 2 o 3 semanas, dependiendo siempre del ritmo de crecimiento de tus uñas.
Si sueles pintarte las uñas normalmente, habrás experimentado la pérdida del brillo al día siguiente de habérnoslas pintado, pero con este sistema, el brillo dura lo mismo que la manicura en sí. Cuando salieron al mercado este tipo de manicuras, los colores eran bastante limitados y recurríamos a los tonos básicos, pero actualmente hay un amplio abanico de tonalidades desde las más claritas o pastel hasta los tonos más intensos.
Si tenemos que encontrar un punto negativo del tema, sin duda es la necesidad de una lámpara especial para secar el gel y que para quitar el esmalte se necesita un líquido especial, así que una de las únicas maneras de acceder a estos materiales es acudiendo a un centro especializado.
Las marcas más conocidas son la línea Axxiúm de Opi, Gellak o Shellac. Gracias a esta larga duración, podemos realizarnos la manicura unos días antes de la boda, ya que son unos días muy ajetreados para las novias, y seguro que despreocuparte de este aspecto puede ayudarte a centrar tu tiempo en otras cosas, recuerda que el resultado durará varias semanas, con lo que si enlazas tu boda con la luna de miel, también tendrás unas uñas perfectas en el viaje.