Hoy vamos a centrar la entrada del día en algo que a todas nos preocupa bastante cuando llega el verano y tenemos eventos importantes como nuestra propia boda. Siempre nos ha preocupado nuestro tono de piel, y relacionamos aspectos de la belleza directamente relacionados con él. Además, las pieles bronceadas siempre acompañan mejor a las prendas primaverales.
Mantener el bronceado todo el año es bastante difícil, especialmente si vivimos en zonas en las que no hace buen tiempo. A pesar de esto, existen varias técnicas para intentar conservar el tono de piel: rayos U.V. y autobronceadores.
Los rayos U. V. traspasan las capas de la piel para producir melanina (cambio de pigmentación de la piel).
Los autobronceadores se quedan en la capa superficial de la piel y no la dañan. Es por esto que el color que coge la piel se deriva de la caña de azúcar y es temporal, se va borrando de manera progresiva.
Los bronceados que proporcionan los sprays o cremas son más saludables y más naturales para la piel, ya que no producen quemaduras ni insolación. Por el contrario, utilizar autobronceadores de manera continuada podría resecar la piel, así que es esencial que tengamos la piel hidratada.
Antes de usar un autobronceador, deberíamos hacernos un peeling en la piel para que las células muertas desaparezcan y cojamos un tono homogéneo en la piel.
Se debe aplicar la cantidad necesaria y repartirlo masajeando, evitando dejar ronchas.
Tanto los pies, los codos, rodillas y manos cogen color muy rápido y con más intensidad, así que hay que tener cuidado con estas zonas.
Hay que esperar a que la piel esté totalmente seca antes de vestirnos, ya que podríamos manchar la ropa.
Si te decides por los rayos U. V. protege tus ojos ante todo con gafas especiales y empieza poco a poco. Dependiendo del color de tu piel, sería ideal que empezaras el tratamiento antes de tu boda, ya que podría ser peligroso para tu salud.
Otra técnica no dañina para la piel es el tinte con caña de azúcar, sin efectos secundarios. Se realizan en centros especializados con aerógrafo, el cual va tiñendo la piel de un color dorado. Aproximadamente en 30 minutos el trabajo está hecho. Se deja secar y puede llegar a durar entre tres y cuatro días.
A la hora de escoger tu tratamiento, debes tener en cuenta que debes optar por la técnica que mejor se adapte a tus necesidades. Será de muy gran apoyo y prácticamente lo mejor que puedes hacer, recurrir a un especialista para que te pueda orientar.