Hoy queremos dar comienzo a una pequeña sección en www.vestidosdenovia.com en la que os invitaremos a conocer los detalles de las bodas más famosas de la historia. Hemos querido inaugurarla con una de las bodas que más nos ha marcado, especialmente por el trasfondo de sentimientos contrapuestos e infortunios que lleva detrás: la boda de Lady Di y el Príncipe Carlos.
El pasado 29 de julio se cumplían 35 años de la que es considerada la boda del siglo XX. El evento tuvo lugar en la catedral de la ciudad de Londres Saint Paul, donde se casaban la aristócrata Lady Diana Spencer con el príncipe de Gales Carlos. Ella era una chica joven, de apenas 20 años, rubia y con aspecto virginal. Él, de 32 años y heredero al trono de Inglaterra, era considerado como “incasable”. Nadie podía imaginar, ni siquiera ella, que acabaría viviendo lo que parecía un cuento de hadas, ya que finalmente, el soltero más codiciado de toda Europa, acabó pidiéndole matrimonio un 3 de febrero.
El noviazgo solamente duró unos pocos meses, en los que destacaban unos encuentros esporádicos muy formales, por lo que Diana no sospechó en ningún momento que, en realidad, su relación era una tapadera para solapar la relación ilícita que Carlos mantenía con una mujer casada: Camila Parker Bowles, quien siempre fue su verdadero amor y actual esposa. Son muchas fuentes las que confirman que Diana descubrió todo este entramado la noche antes de su enlace, cuando descubrió una pulsera con las iniciales GF, Gladys y Fred, apodos que se habían atribuido los amantes. En ese momento ya era tarde para evitar la ceremonia.
La Catedral de Saint Paul reunió a sus puertas unas 3500 personas, mientras que las televisiones y radios de todo el mundo consiguieron tener delante a 1000 millones de personas, probablemente el enlace más seguido de toda la historia. Lady Di llegó a la catedral en la carroza de cristal que utilizó el rey Jorge V en su coronación. Cuando puso un pie en el suelo, se pudo escuchar la admiración de todos los allí reunidos debido a su vestido de novia. Se trataba de un vestido de corte romántico de manga afarolada que elaboraron los diseñadores Elizabeth y David Emmanuel, quienes bordaron a mano las 10000 perlas del vestido, realizado en tafetán de seda en color marfil. El vestido lo completaba una larga cola de 25 metros. Diana lució una tiara florar de oro y brillantes que perteneció a su abuela paterna.
Acudió al altar del brazo de su padre, donde la esperaba el Príncipe Carlos vestido con el uniforme de gala de la marina real. El enlace fue celebrado por el arzobispo de Canterbury ayudado por 25 sacerdotes. De entre los asistentes destacaban todos los dirigentes de la realeza europea, a excepción de los Reyes de España. Después de darse el “Sí, quiero”, la pareja protagonizó uno de los momentos más recordados del enlace: el beso en el balcón del palacio.
Todo lo que viene después del día de la boda de Lady Di y el Príncipe Carlos, poco o nada tienen que ver con la imagen perfecta de su boda: el triángulo amoroso, los intentos de suicidio de Diana, Diana convertida en estrella mediática mundial, el divorcio de 1996, la pelea por la custodia de sus dos hijos y finalmente la trágica muerte de la princesa Diana en un accidente de tráfico en París, el 31 de agosto de 1997 cuando ya había rehecho su vida con el multimillonario egipcio Dodi Al Fayed. Su muerte no hizo más que convertir a Lady Di en un mito.