Has planeado el día de tu boda desde que eras una niña, y ahora que está a punto de hacerse realidad, pronostican lluvia para este día tan especial. Seguro que para ti es el fin del mundo, pero que no cunda el pánico, ya que lo que tendrás que hacer es contar con un kit de emergencia y seguir los consejos que a continuación vamos a darte.
En primer lugar, deberás hablar con el fotógrafo. La verdad es que las fotos hechas los días de lluvia son muy especiales, ya que la luz suele ser muy bonita, así que lo más importante será que te sientas cómoda en este clima. Podrías ir pensando sitios o lugares donde te gustaría hacer las fotos, tanto si son en interior como en exterior, para que no se estropee demasiado tú vestido de novia.
Deberías hablar con alguna invitada de confianza para que llevara una toalla y así poder ayudarte a secar las partes que estén más mojadas, básicamente por si debes de apoyarte o sentarte en algún sitio.
Ponte en contacto con el lugar donde vas a celebrar la boda para repasar el plan lluvia, el cual siempre debería proponerse. Si puedes, desplázate al lugar para ver bien las cosas y no te lleves sorpresas el día de tu boda.
Si te llevará un conductor a la iglesia, que sea el mismo quien te abra la puerta con paraguas. De esta manera evitarás que los invitados se mojen más de lo necesario y tú no te sientas nerviosa en el momento de la entrada.
Podría ser un muy buen detalle un paraguas para cada invitado. Es de agradecer que haya paraguas a la salida de la iglesia de regalo, ya que puede haber algún invitado que se lo haya olvidado. Podrías encargarlos del mismo color, incluso si lo haces con tiempo, podrías personalizarlos.
Importante y muy buen consejo que llevaras unas botas de agua, ya que es algo muy práctico. Podrías utilizarlas en los momentos en los que estés en la calle. Incluso puedes meterles unas alzas dentro y así tener más altura. Gracias a ellas no te resbalarás con el suelo mojado y no se estropearán tus zapatos. Obviamente tendrás que cambiarlos para la cena y el baile.
Hazte con una gabardina para los momentos en los que tengas que ir de un sitio a otro. Con la de tiempo e ilusión que gastas escogiendo el vestido, sería un horror que en este día estuviera mojado y estropeado. Opta por una gabardina mona y lo más larga posible para que cubra y proteja el vestido al máximo.
Ante todo no pierdas la cama e intenta estar tranquila. Puedes pedir ayuda a un par de amigas, para que estén a tu lado durante las fotos y así poder ayudarte. Tenlo en cuenta porque seguro que no te gustaría nada acabar llena de barro.
Y recuerda lo que dicen: novia mojada, novia afortunada.