Si tenemos que fijar una fecha en la aparición del velo en las novias, tenemos que remontarnos muchos años atrás, aunque fue una tendencia que surgió mucho antes en la moda casual que en la nupcial. Esta traición ha perdurado por el largo de los años, y es hasta la fecha de hoy, en la que la tendencia cobra todavía más fuerza y podemos ver a las novias luciendo unos velos impresionantes.
Actualmente, la costumbre viene marcando unos patrones que todas las novias siguen, generalmente, tratándose de un velo bonito y largo de hasta unos tres metros y medio de largos, pudiendo ser amantillados o con encaje, las posibilidades son infinitas, ya que también los más delicados se realizan en tul, otorgando sencillez y elegancia.
Hace ya algunos años, la tendencia marcaba que los velos tenían que ser rizados y firmes, como por ejemplo pasaba en el caso de la boda de Diana de Gales, quien llevó un velo muy luminoso. Realmente esto será lo que veamos en la próxima temporada de bodas para el 2014, donde el velo acompañará a grandes vestidos de encaje con espaldas elaboradas y diseñadas hasta el último detalle. Los velos, tanto sean largos como cortos, serán dobles.
Sin duda alguna, estamos seguras de que muchas de las firmas más importantes darán mucho que hablar, ya que estos velos dobles recuperarán la tradición de tapar el rostro de la novia, aunque el estilo del velo lo marca cada novia.
Seguramente hayas acudido a más de una boda en la que la novia llevaba un velo, pero seguro que no tan clásico como los que vienen pisando muy fuerte para esta nueva temporada que arrancará el próximo mes de octubre.
También veremos muchos velos cortos, los cuales sustituirán los aparatosos velos de más de un metro, los cuales no dejan ver los detalles de los vestidos por la espalda, otra de las tendencias que vienen pisando fuerte para la nueva temporada.