Seguro que todas recordaréis el fabuloso vestido que lució Kate Middleton diseñado por Sarah Burton, el cual llevaba mangas. Fue en este momento en el que este tipo de vestidos se pusieron de moda, ya que hasta la fecha, ocupaban un discreto lugar en las colecciones de pasarela, siendo los más recurrentes los vestidos con escote corazón, los modelos strapless y las transparencias de efecto ilusión. En este momento, este tipo de vestidos se han convertido en modelos imprescindibles en todas las colecciones de moda nupcial.
Este tipo de vestidos son la perfecta opción para las mañanas nubladas de otoño, las bodas blancas de invierno o las tardes más frescas de los primeros días de primavera. Las mangas, pudiendo ser de manga larga completa, francesa o tres cuartos, nos protegen del frío en los brazos, y además en la espalda y en el escote, haciendo posible prescindir del bolero, sobrevestido o abrigo de novia.
Este tipo de vestidos, por el hecho de ser más tapados no dejan de ser sensuales, ya que suelen ser vestidos muy sencillos y femeninos, que aportan muchísima sensualidad a las novias en su día especial.
En muchas ocasiones, las mangas largas de los vestidos aportan sofisticación a la novia, siendo una opción correcta para las bodas en iglesias grandes con decoración barroca y rica en detalles.